Esquemas partidos en 26 trozos.

Desde ayer a las 22:28, cuando un asteroide me vino a contar que el Cielo decidió suicidarnos, el mundo se ha quedado oscuro y helado. Dice que ya no quiere ni ver al sol, que al mirarlo, siente los 5.800 grados centígrados en negativo, que se quema, pero de frío. Desde ese momento, el Sol no luce tanto ni tan bien, tiene la sonrisa congelada, vive en un " rec " constante y borró el " play " de la lista de botones a usar, está en un continuo standby. Y el Cielo se ha ido, ha decidido marcharse a tres días de ser " La Noche Lunar ", esa que se prometieron hace 362 días. Y el portazo ya no sonó como un signo de interrogación, sonó a roto. No sabía que la gracia que tenía eso de irse, era el volver después. Y el Sol se quedó con carita de tonta, esperando. Las malas lenguas decían que desde que el Cielo se fue, habla sola y come mal, que alimenta su cerebro con droga por que se está quedando en los huesos, en los huesos de él. Mientras el Sol preguntaba, el Cielo solo mentía. Quitarse la ropa era su solución, dime tu si eso es amor. Y el Sol se sentía tan mal, que no quiso fumarse ni el cigarrito de después, tan mal que supo que estaba siendo infiel, infiel a sí misma. Pero esto era cuando todavía brillaban un poquito.
El resto de estrellas aconsejan al Sol olvidar, que el Cielo no sabe lo que se pierde.. y al final la única que se ha perdido ha sido ella.
Dejar de pensar en él y matar de hambre un sentimiento, soltar cada suspiro y que sepamos que es por tu y por yo. Más por tu .
Que le llamo cielo, por que así no odio aún más su nombre, y que ahora me da miedo mirar las nubes, por si te encuentro y me toca escribir una autobiografía titulada " Así elegí auto-destruirme ". 




El problema quizá fue que yo soñaba con volar alto y preciso, y tu nunca viste más allá de los límites de la cama. Normalmente de TU CAMA, desde el 2 de octubre. Y es que, he visto marionetas más independientes que yo, pero me salva el poder decir que a peores cosas me he enganchado. Esto se ha convertido en una lucha diaria, un pulso constante, cabeza corazón, del que es imposible salir ileso, y los " nosotros " cojos, no llegan a ningún sitio, por tu parte, pero a pesar de que no quieras venir, yo te llevo siempre, aunque no vengas.
Duele, y de tanto buscar su sur, he llegado a perder mi norte y el sentimiento que queda es decepción y tristeza.
Saber que la historia se ha terminado, que de tantas idas y venidas, tantos golpes contra la pared, tanto subir a las estrellas y tirarnos de cabeza, tantas tardes en en La Princesita, entre las sábanas en tu cuarto, las escapadas al Retiro, un 4 de diciembre en la parada del C2, con mucho frió y tus guantes azules, Thinsulate claro, que abrigan más. Los momentos de vergüenza en la estación por tu motivación de ir en bici que me sacaban los colores. La peliculas a medias, que nunca terminamos de ver, cada vez que me subías en brazos por las escaleras hasta tu cuarto y venía El Loco. Ese loco que no va a volver, pero que no quiero olvidar, al que echo de menos cada día. Las canciones que se convierten en ti. Y es que aun guardo un par de recuerdos más que me los callo, que son míos y tengo vértigo de que no los quieras nunca más. Hacer historia, ha sido solo un juramento de sal y limón, prometimos querernos los dos y al final ..
He llegado a la conclusión y tengo una respuesta a todo esto, tu solución son cualquier par de ojos azules que encuentres, y los míos .. Los míos son verdes, tenía que haber sabido que no iba a poder ser pero aun así ..
Te echo de menos, yo te he echado de menos.